Bueeeeeeenísimos jueves guapos@s!
Esta semana vuelvo con dulce, más concretamente con una tarta, pero no una tarta cualquiera... es LA tarta! Triunfa siempre ;) Encima es facilísima! Para esta tarta de queso ni siquiera necesitaremos horno y vamos a tardar media hora en hacerla, qué os parece? Es perfecto si os invitan a comer y os toca llevar el postre. Aunque, en realidad, a mi no me hace falta ninguna ocasión especial/excusa para hacerla... Me encanta! Queda con una textura cremosita, como mousse... ummmm y no empacha nada!
Ingredientes
500ml de nata
1 tarrina de queso crema de 250gr (Philadelphia o marca blanca)
6 láminas de gelatina
3 cucharadas grandes de azúcar
1 tubo de galletas María
75g de mantequilla
1 bote de mermelada de arándanos
Preparación
1. Comenzamos triturando las galletas; para ello podemos utilizar la picadora de la batidora o meter las galletas en una bolsa, de estas típicas de congelar, y con un rodillo o con el culo de un vaso le vamos dando golpecitos hasta que se desmenucen, no hace falta que queden hechas polvo.
2. Pasamos las galletas trituradas a un recipiente y agregamos un poco de canela, la mantequilla fundida y mezclamos con las manos. Tiene que quedar como una bola, si veis que la consistencia no es así, agregad un poquito de leche (un chorrito, muy poco a poco para no pasarnos!). Tiene que quedar como veís en la foto.
3. Sacamos nuestro molde, mejor si es desmoldable, yo utilizo uno de 29cm de diámetro que sale una señora tarta jajaja. Cubrimos el fondo con nuestra mezcla de galletas, vamos extendiendo poco a poco con la palma de las manos para que quede homogéneo, ya que será la base. Lo retiramos a un lado y vamos a preparar el resto de la tarta!
4. Antes de hacer la mezcla vamos a poner las láminas de gelatina en un bol con agua fría para que se hidraten (suelen venir las instrucciones en el envase).
5. Batimos la nata con las varillas de la batidora (a potencia fuerte), en un recipiente grande que sale bastante mezcla, hasta que quede semi montada. Para que monte mejor la nata deberá estar recién sacada de la nevera, bien fría. Además si antes de echar la nata en el recipiente agitamos bien el brick, mucho mejor, ya que la grasa de la nata siempre se queda abajo y es lo que hace que esta monte.
6. Añadimos el queso crema, el azúcar y volvemos a batir hasta que se mezcle todo bien.
7. Después, calentamos la medida de un vaso de agua y vamos añadiendo las láminas, una a una hasta que se fundan en el agua.
8. Añadimos el vaso de agua con la gelatina fundida a la mezcla anterior y batimos un poco el conjunto hasta que sea homogéneo. Cuidado de no echar el vaso de agua muy caliente, que esté un poquito templado (tampoco frío que entonces habrá solidificado) para evitar que se nos corte la nata.
9. Vertemos la mezcla en el molde, con cuidado de no remover las galletas, y metemos a la nevera mínimo 8 horas hasta que cuaje del todo. Yo suelo hacerla el día de antes y dejar reposar toda la noche en la nevera.
10. Una vez ha cuajado cubrimos la tarta con la mermelada de arándanos.
Desmoldamos y tachán! :)
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